The Trinity Christian Bible

La mejor guía para entender la Trinidad

Desde el comienzo de la creación en Génesis hasta el final de los tiempos en Apocalipsis, Dios se refiere a sí mismo como "nosotros" o "nuestro" y así describe la doctrina de la Trinidad. La palabra trinidad proviene de "tri" que significa tres y "unidad" que significa uno. Dios es tres individuos distintos: Dios el Padre, el Hijo Jesús y el Espíritu Santo, en un solo Dios verdadero. Estos versículos de la Biblia y las Escrituras sobre la trinidad te ayudarán a comprender mejor quién es Dios. Puede ser un concepto difícil de entender, pero podemos creer en la palabra de Dios y saber que aunque sus caminos son más altos que los nuestros, podemos confiar en él.

Las palabras del Padre identifican a Jesús como Rey mesiánico y siervo humilde que obedece al Padre. Si bien ambos Testamentos insisten en que solo hay un Dios vivo y verdadero, el bautismo de Jesús muestra que debemos distinguir las tres personas divinas: Jesús es bautizado, el Padre habla desde el cielo y el Espíritu desciende sobre Jesús.

Las Escrituras son absolutamente claras en cuanto a que hay un solo Dios. En Deuteronomio 6:4, Moisés declara: “Escucha, oh Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es”. En Isaías 44:6, leemos “Yo soy el primero y el último; fuera de mí no hay dios.” Esta misma afirmación se encuentra en todo el Nuevo Testamento, aunque aprendemos de tres personas distintas en la Deidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. En 1 Corintios 8:4-6, Pablo escribe: “No hay Dios sino uno. Porque aunque pueda haber los llamados dioses en el cielo o en la tierra, como en verdad hay muchos 'dioses' y muchos 'señores', sin embargo, para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y para quien existimos. , y un Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por quien nosotros existimos.” En otro lugar Santiago escribe, “tú crees que Dios es uno; lo haces bien. ¡Incluso los demonios creen y se estremecen! (Santiago 2:19). Las Escrituras son muy claras, hay un solo Dios.

Las Escrituras también hablan del hecho de que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo crearon todas las cosas. Pablo declara: “Dios, creador de todas las cosas” (Efesios 3:9), mientras que el salmista declara: “¡Sabed que el Señor es Dios! Él es quien nos hizo, y nosotros somos suyos” (Salmo 100). Sin embargo, en el evangelio de Juan leemos del Hijo, “todas las cosas fueron hechas por [Jesús], y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:3). En Colosenses 1:15-17, Pablo escribe que Jesús “es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, ya sean tronos, dominios, principados o autoridades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y en él todas las cosas subsisten”. En Job, leemos del Espíritu Santo, porque “el Espíritu de Jehová me ha hecho”. En Génesis 1:1 leemos que en la creación “el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. Se dice que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo crearon todas las cosas. Lo que podemos decir del Padre, podemos decirlo del Hijo y del Espíritu Santo.

También revela que cada miembro de la Trinidad es distinto el uno del otro. Vemos los tres vinculados en las Escrituras, por ejemplo comisionándonos a bautizar “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mat. 28:19 NVI) y encontrados en la bendición “La gracia del Señor Jesucristo y el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.” (2 Corintios 13:14 NVI).

No solo eso, vemos a cada Persona relacionándose e interactuando entre sí. El Padre envía al Hijo (Verbo) al mundo (Juan 3:6). Jesús a menudo habla de su Padre (Juan 17:5; Juan 5:19) y le ora (Juan 17:20-26; Mateo 11:25-26; Juan 12:27-28). El Espíritu Santo desciende sobre Jesús como paloma en su bautismo (Lucas 3:22) y más tarde Jesús promete enviar este mismo Espíritu del Padre a sus discípulos (Juan 15:26).